miércoles, 19 de agosto de 2009

Notas sobre la violencia (Calle 13)

Calle 13 es un grupo excelente en concierto. No es solo cuestión del manejo del público, de las sorpresas que traen como espectáculo -en central park hicieron la coreografía de thriller antes de tocar electromovimiento, y antes invitaron al blanquito man, de king changó y el sonidero nacional y ahora llamado tambien zuzuku-, sino tambien de la música. En vivo, por lo menos a mi me parece que suenan mejor que en los discos. Mas tambores, más músicos, mas intrumentos y una mayor presencia de la hermanita chiquita, que además se la pasa moviendose por el escenario como si fuera un mimo. En Colombia, hace un año (porque del concierto del simón prefiero no hablar-, tocaron dos canciones que tienen un fuerte contenido político. Llegale a mi guarida, un pequeño homenaje a los sandinistas que tumbaron a Somoza y que se convirtieron en la última esperanza latinoamericana de la guerra fría, y querido f.b.i. Esta última, con unos arreglos que la hacían sonar como rap-core. Recuerdo la sensación de esa noche, el oscuro silencio de la gente en Colombia frente a estas dos canciones. Desde donde yo estaba se notó el bajonazo, como si fuera una especie de bache aceptable en lo que era una fiesta. Como si las fiestas no pudieran tener algo de rabia en ellas. Recuerdo tambien la manera en que visitante se enredaba para explicar antes de cantar, como si pudiera perder la vibra del concierto al pronunciar las palabras equivocadas. Tengo la impresión de que por momentos hablaba y evitaba mirar al público, pero estaba muy lejos para saber eso.Sin embargo, era cuidadoso: "esta canción es importante tocarla" y arrancaban.

Esta vez, en NYC, tocaron pa'l norte, una de las canciones sobre migraciones -ahora un tema que ha dado para tanto- que a mi modo de ver logra de manera mas contundente describir una situación que a todas luces es terrible. Dijeron al final "de aquí no nos saca nadie" y la gente, me dió la impresión, se conmovió. Luego, hacia el final del toque, se puso serio y habló de como quería una latinoamerica unida y de Santa Cruz y y Honduras y Perú y así. No tocaron querido f.b.i, pero la nombraron. De nuevo, el bajonazo. Un momento tibio, como si todos hubieran llegado al orgasmo y se estuvieran fumando un cigarrillo sin oir a la pareja hablar: "muy buen polvo, callate y dejame disfrutar".

Hace unos meses leí el libro de Cortazar sobre Nicaragua. una recopilación de escritos en los que don Julio se enfrenta a la tarea de escribir de otra manera, cerrando filas para defender el Sandinismo, para promover lo que pasaba y brindar lo que él consideraba era otro punto de vista. Su labor como escritor, llevada al plano de la confrontación política, quería ser la del cronista centrado, objetivo, el que es capaz de desenredar la realidad y presentarla de manera entendible. La defensa mas poderosa, sin embargo, está en el cuento "apocalipsis de solentiname", que de manera violenta deja en shock al lector que repasa tranquilo las páginas y luego se enfrenta al horror, como si de la nada alguien apareciera en la calle para molerlo a batazos.

Para Fanon la violencia es un asunto ineludible, hace parte del ejercicio de liberación en un contexto de opresión donde la violencia siempre se vuelca sobre lo propio, sobre la negación de la experiencia y la reproducción de las desigualdades. Fanon considera la violencia como algo presente en lo social, al tiempo que la entiende como condición de posibilidad, parte del ejercicio del poder más allá del maniqueismo producido por la distinción entre colonizado y colonizador. De alguna manera, siguiendo a Marx, en Fanon la violencia es un asunto de liberación necesaria de la potencia en el proceso de emancipación, no del colonizado, sino de la dimensión estructural que condena al colonizado y al colonizador, que los atrapa y los reduce a una caricatura de sus posibilidades humanas. Orwell lo dice mejor que cualquiera en su cuento sobre el elefante. Calle 13, como muchos grupos de eso que llaman música urbana, pueden jugar el juego que chuck D cuestiona en "death of a nation", donde él ve una tendencia del hip hop a ser funcional a la marginalización másiva de los afrogringos, a través de reforzar estereotipos y dejarse llevar por ciertos principios individualistas de movilidad social -algo así como el juego de las mascaras de Fanon, la reafirmación del poder represivo sobre la posibilidad individual de mejorar en algunos aspectos de la vida. Curiosamente, en el hip-hop, es precisamente sobre la consolidación mediatica de lo negro que los raperos surgen y se vuelven ricos -. Tambien, de acuerdo a Chuck D, está el camino de public enemy, el de la crítica y la construcción de otros caminos. Aunque a mi en particular me parece que ese maniqueísmo es bastante débil, lo interesante es la manera en que se expone la relación entre poder y música, más allá de las letras, mas cerca de la producción y de ese aspecto que Marx recuerda que es la circulación de mercancías, es decir, producción de relaciones sociales. Los de calle 13 optan por la opción de Public Enemy, por decirlo de alguna manera, y hacen de la ira algo más que un camino lineal que va de la venta de crack, las balas, el poder del dealer en la esquina a una limo hummer y el control de una red de traficantes. Hay mucha rabia en querido F.B.I, partiendo del momento mismo en que el f.b.i deja desangrar al lider machetero, hasta cuando se suelta esta frase en la canción ”con calma compi, hay que ser astuto/Callate! No seas bruto”, casi como esos tres días de insurrección luego del asesinato de Manuel Gustavo Chacón en Barrancabermeja, donde no había nada distinto al dolor de un pueblo que veía la esperanza muerta y encerrada en un cajón.

Yo no creo que tengan que decir mucho más de lo que dice y suena en las canciones. Es suficiente con eso, es bastante claro y lo suficientemente ambiguo como para despertrar discusiones, inquietar y obligar a la gente a hacerse preguntas. Que confundan las banderas es otra historia, irrelevante en todo esto. Yo me emociono cada vez que dicen "En tu sonrisa/yo veo/ una guerrilla/una aventura/un movimiento. Con esa frase podemos subvertir conciencias, que es todo lo que queremos.